Madarame Ikkaku
Es un Shinigami perteneciente a la 11ª División. Ocupa el rango de 3er Oficial en ella. Su Capitán es Zaraki Kenpachi.
La característica principal de su físico es su total calvicie, cosa que ha propiciado diversas burlas y momentos cómicos en la serie en referencia a esto. Además, también destacan las manchas rojas que tiene en sus ojos.
Le encantan las batallas, pareciéndose mucho a su Capitán en este aspecto. Le divierten las peleas y siempre está dispuesto a morir combatiendo. El único deseo que tiene Ikkaku es el de morir bajo las órdenes de Zaraki Kenpachi. Este es uno de los motivos por los que intenta esconder su Bankai de todo el mundo, ya que así no le podrán ascender a un rango mayor y dejar de ser miembro de la 11ª División.
En el pasado ya era amigo de Yumichika, con el cuál iba buscando rivales por todo el Rukongai. Un día, tienen la mala suerte de toparse con el mismísimo Kenpachi, que derrota facilmente a Ikkaku. Éste pide que le mate pero Zaraki le hace ver que vivir es una manera de poder mejorar y volver a combatir y vencer a quien le derrotó en el pasado.
Desde ese momento, Ikkaku no se olvida de Zaraki y, un día, se acaba enterando a través de Yumichika que éste ha sido promocionado a Capitán del Gotei 13. Inmediatamente parte hacia el Seireitei, junto a Yumichika, para pasar a formar parte de la 11ª División, liderada por Zaraki. A partir de aquí, como hemos comentado antes, su único deseo será el de morir luchando bajo las órdenes de su Capitán.
También es sabido que, algún tiempo más tarde, Ikkaku fue el que enseñó a luchar a Renji, cuando este último formaba parte de las filas de la 11ª División.
Lo vemos aparecer por primera vez después de que Ichigo y los demás entren al Seireitei a través del cañón de Kukaku Shiba. Ichigo va acompañado de Ganju y se encuentra con Ikkaku y Yumichika. Madarame parece estar muy feliz por haber sido los primeros en encontrar a los intrusos. Al notar el gran reiatsu que tienen sus contrincantes, Ganju sale corriendo y Yumichika va detrás de él. De esta manera, se quedan solos Ikkaku e Ichigo. Madarame le pregunta al ryoka por qué motivo no ha huido como su compañero. Ichigo le responde que no tiene sentido huir ya que, si Ikkaku es más fuerte que él, lo alcanzará, y si no lo es, lo derrotará y seguirá su camino.
El combate empieza con un intercambio de golpes, parece muy igualado, ya que se llegan a herir los dos a la vez después de la primera embestida. Después de esto, Ikkaku le pregunta su nombre a Ichigo por si acaso y él también se presenta como Tercer Oficial de la 11ª División.
Antes de que se reanude el combate, Ikkaku le recrimina a Ichigo el limpiarse la sangre de su ojo mientras tiene a su oponente en frente e, inmediatamente, se cura la herida con una medicina que tenía en su zanpakuto, cosa que también le causa la recriminación de Ichigo.
El combate se vuelve a reanudar. Ikkaku le dice que parece un novato pero, sin embargo, su tiempo de reacción, fuerza y agilidad son muy buenos y, acto seguido, le pregunta el nombre de su maestro. Cuando Ichigo le dice que se trata de Urahara Kisuke, la sorpresa envuelve a Ikkaku y decide luchar en serio.
Libera su zanpakutoh con el comando “Crece Hozukimaru” y su espada se transforma en una especie de arpón (a primera vista). Ikkaku empieza a embestir a Ichigo y, en una de esas embestidas, Kurosaki ve una oportunidad de aprovechar la gran medida de ese “arpón” y esquivarlo mientras ataca a Ikkaku. Pero el Shinigami tiene un as bajo la manga y hace que su zanpakutoh se separe en tres partes unidas por unas cadenas, cortando a Ichigo.
Entonces, Kurosaki se da cuenta que el arma de su rival no es un arpón sino un asta de tres partes. Ichigo tiene el brazo herido e Ikkaku le dice que se rinda ya que no podrá continuar el combate con semejante herida en el brazo. Pero, en lugar de eso, Ichigo se ata las vendas de su zanpakutoh en el brazo y se dispone a continuar con la lucha.
La batalla prosigue. Ichigo intenta acostumbrarse a los movimientos de la espada de su rival e igualarlo en velocidad. Después de un intercambio de golpes, cuando ya parecía que Ikkaku le había dado en el rostro a Ichigo, éste le muestra que ha podido parar el golpe y resquebrajar un poco su zanpakutoh sólo con sus manos.
Después de esto, Ichigo pasa al ataque y le propina un gran golpe a su rival, partiendo su zanpakutoh en dos y haciéndole una gran herida. Pero Ikkaku se niega a rendirse y acabar el combate de esa manera. Se dispone a efectuar su último ataque con todas sus fuerzas, pero Ichigo consigue frenarlo y derrotarlo definitivamente. Mientras cae, Ikkaku acaba diciendo que finalmente tuvo mala suerte de encontrarse con ese rival. Ichigo le responde diciendo que ambos tuvieron mala suerte.
Al cabo de un rato, Ikkaku vuelve a abrir los ojos. Ichigo le ha curado usando la medicina que Madarame tenía escondida en su zanpakutoh. Kurosaki le ha curado para preguntarle dónde está Rukia. Ikkaku le dice sin ningún problema su ubicación, cosa que le extraña bastante a Ichigo. Madarame le explica que no tiene ningún problema en decírselo porque no le interesa este asunto, pero le hace una pregunta: ¿Cuál de sus compañeros es el más fuerte?. Ichigo le responde que probablemente sea él y entonces Ikkaku le advierte de una cosa: que tenga cuidado con el Capitán de su División ya que él sólo va a por los más fuertes. Ichigo le pregunta si es fuerte e Ikkaku le responde que cuando le vea lo sabrá, siempre que pueda vivir lo suficiente para comprender su fuerza. Acto seguido le dice su nombre, Zaraki Kenpachi, e Ichigo se va.
Ikkaku es salvado por el escuadrón médico y, mientras descansa en una habitación es interrogado por Mayuri, Capitán de la 12ª División, pero Madarame no dice ninguna palabra. Mayuri se enfurece y pretenda castigarlo pero, en ese momento, aparece Zaraki Kenpachi para evitarlo. Una vez están a solas, Ikkaku le da una descripción de Ichigo a Zaraki y le dice que es un rival fuerte, cosa que aumentará las ganas de Zaraki para encontrarlo.
Ya no lo volvemos a ver hasta que Ichigo y Zaraki están en medio de su combate. Aparece junto a Yumichika, impresionado por el gran reiatsu que se está desplegando en su batalla. Pero aún siguen convencidos que su Capitán acabará ganando la batalla.
Después de la batalla de su Capitán contra Ichigo, que acaba en un empate, los volvemos a ver a todos juntos en su cuartel, donde Yachiru se trae consigo a Makizo Aramaki (un Oficial de la 11ª) y a Inoue Orihime que les explica lo que está ocurriendo y lo que están haciendo los ryoka en el Seireitei.
Al escuchar esto, Zaraki decide acompañar a Inoue ya que tiene la sensación de que si acompaña a esa mujer, se acabará encontrando otra vez con Ichigo. Liberan a todos sus compañeros pero de camino a la cima del Seireitei se topan con los Capitanes Tousen y Komamura y con los Tenientes Hisagi e Iba. No están dispuestos a dejarles pasar y Zaraki, en un principio, decide luchar con los 4 a la vez. Sin embargo, Ikkaku y Yumichika vendrán en su ayuda y se enfrentarán a Iba y Hisagi respectivamente.
De todas las peleas que se han organizado, la de Ikkaku e Iba es la más despreocupada, interrumpiendo la batalla constantemente para beber sake.
Finalmente, todo se interrumpirá con la revelación de Aizen como el verdadero traidor, junto a Gin y Tousen y su huída a Hueco Mundo.
Durante la Saga Arrancar, Ikkaku es enviado a Karakura formando parte del grupo de Hitsugaya Toshirou junto a Matsumoto, Yumichika, Renji y Rukia para reforzar el área después de la incursión de Yammy y Ulquiorra al mundo real.
Mientras están en Karakura, se hacen pasar por unos estudiantes del instituto al que acude Ichigo.
No tardarán en entrar en combate, esta vez después que Grimmjow vaya a Karakura junto a sus fracciones. Éstas se separan en búsqueda de poderes espirituales fuertes y Edorad Leones se topa con Ikkaku y Yumichika, mientras Keigo estaba por el lugar también. Parece que el Arrancar le está dando una buena paliza a Ikkaku. El Shinigami le dice a Keigo que si le dejan quedarse en su casa a dormir, se librarán del monstruo que tienen delante.
A continuación, Madarame le pregunta el nombre a su rival, pero éste se niega a decírselo, ya que, según él, está a punto de matarlo. La lucha entre los dos contendientes continua. Ikkaku intenta forzar al Arrancar para que use su zanpakutoh. Leones le responde que no le hace falta usarla ya que los Arrancar tienen un “Hierro” que les evita ser heridos facilmente. Después de escuchar esto, Ikkaku realiza un ataque aún más fuerte que obliga a desenvainar la zanpakutoh a Edrad, cosa que le causa vergüenza por hacerlo delante de un simple Shinigami.
Mientras luchan, Edrad se da cuenta que Ikkaku utiliza siempre la mano izquierda para atacar y la mano derecha para defenderse con la funda. De esta manera, aprovecha para propinarle un golpe y romper su defensa. Pero cuando lo vuelve a repetir, Ikkaku ha cambiado de manos y puede frenar el ataque e incluso herir al Arrancar. El Shinigami le demuestra que se puede desenvolver fácilmente con las dos manos y Edrad se da cuenta que Ikkaku no está luchando para sobrevivir, sino que simplemente lucha por diversión.
El Shinigami le dice que en los próximos movimientos le obligará a liberar su zanpakutoh, pero parece que no hace falta, ya que Edrad la libera en ese preciso instante con el comando “Despierta Volcánica”. El cuerpo del Arrancar crece y se envuelve en llamas, con unos brazos gigantes y más duros que antes. Después de completar su transformación, Edrad le informa a Ikkaku de su nombre y su número: el 13.
El combate se reanuda y ya el primer ataque de Edrad es letal, provocando heridas de consideración a Ikkaku. Yumichika, al ver la fuerza de su oponente, solicita a la Sociedad de Almas una congelación espacial en un radio de 300 unidades de Ikkaku y pide que preparen el funeral con honores de su amigo.
Ikkaku está siendo apalizado por su oponente y poco tiene que hacer, incluso liberando su zanpakutoh no consigue nada de ventaja. Cuando Edrad está a punto de darle el golpe final, la sorpresa salta delante de todos, Ikkaku (aunque no quería hacerlo), se dispone a liberar su Bankai.
Madarame se presenta con dos espadas enormes y una cuchilla en medio, todas unidas por unas grandes cadenas. Ahora el combate da un giro espectacular, los dos oponentes vuelven a estar al mismo nivel.
Ya en el primer ataque, Ikkaku le demuestra a Edrad su nuevo poder destructivo, cortando casi por completo un brazo de Volcanica. Con esto, Leones se da cuenta que el poder de su rival es pura fuerza bruta y que puede ser más peligroso de lo que se esperaba.
Mientras concentra energía para el siguiente ataque, Edrad se da cuenta que Ikkaku está haciendo lo mismo. Según Madarame, su zanpakutoh es algo perezosa y aún está medio dormida. Cuando el símbolo del dragón se tiña por completo de color carmesí, podrá luchar al nivel máximo.
Una vez están los dos con el máximo de sus fuerzas, lanzan el ataque a la vez y, después de una gran nube de polvo, se ve aparecer a Ikkaku cayendo al suelo casi inconsciente pero también se ve como Edrad ha perdido gran parte de su cuerpo y, por lo tanto, el combate.
Después de esta batalla y de la posterior curación de todos los Shinigamis, se enteran de los verdaderos planes de Aizen para conseguir la llave real y empiezan a entrenarse para la batalla durante un mes.
Pasado este período de tiempo, Ikkaku será el primero que se dará cuenta de la llegada de otros Arrancars a Karakura: Luppi, Yammy, Grimmjow y Wonderwice.
Yumichika se enfrenta a Luppi, pero es derrotado facilmente. La actual Sexta Espada decide enfrentarse con todos a la vez liberando su zanpakutoh “Trepadora”. Con esta habilidad, llega a atrapar a todos sus adversarios y los pone contra las cuerdas. Finalmente, Urahara llega a tiempo para salvarlos de una muerte segura.
Pero Urahara empieza a luchar contra Yammy y Wonderwice y Luppi los vuelve a atrapar a todos. Hitsugaya será el que los libere de una vez por todas utilizando la técnica de la “Prisión Milenaria de Hielo”, que derrota a la Arrancar completamente y libera a sus compañeros.
Sin embargo, la misión por la que estaban todos esos Arrancars en Karakura (entretener a los Shinigami mientras Ulquiorra rapta a Inoue), ha acabado y todos (incluido Luppi que no estaba muerto) consiguen huir a Hueco Mundo mediante “Negación”. Los Shinigamis serán curados en el sótano de Urahara.
Poco tiempo después, Yamamoto les informa de la desaparición de Inoue y la declara como una traidora. También ordena el regreso inmediato de todos los Shinigamis de Karakura para prepararse para la futura batalla. Los Capitanes Byakuya y Kenpachi serán los encargados de irlos a buscar a todos.
No volveremos a ver a Ikkaku hasta que Barragan ordena a unos Hollows que destrocen los pilares que mantienen a la Karakura falsa en el mundo real. Ikkaku es uno de los guardianes que defiende esos pilares y acaba rápido con su rival. Pero entonces, Barragan envía a sus Fracciones a luchar contra ellos.
Poww se enfrentará a Ikkaku. Antes de empezar la pelea, tienen una conversación donde el Shinigami le insta a que le suplique para que no le elimine. Poww responde que si se cree que es un tipo de Dios para decir estas cosas, cosa que hace pensar al Shinigami. Finalmente Ikkaku le dice que le suplique al Dios que quiera y Poww le contesta que no habrá problema por eso ya que su Rey (Barragán), que es similar a un Dios, sabe mejor que nadie que será capaz de derrotarlo.
Ya no los volveremos a ver hasta el final de la batalla de Hisagi contra Findor, donde se ve que uno de los pilares ha caído. Este pilar es el que defendía Ikkaku. El Shinigami yace en el suelo derrotado por Poww. Yumichika se pone muy nervioso al ver la caída de su amigo y decide ir en su ayuda. Pero Hisagi le para ya que si el Arrancar ha derrotado a Madarame, él no podrá hacer nada. Finalmente tiene que intervenir Kira, lanzándole una gota de Gaten que hace que Yumichikka pierda el conocimiento.
Como el pilar se ha roto, la verdadera Karakura empieza a trasladarse al mundo real. Deben pararlo de alguna forma. Mientras tanto, Ikkaku se vuelve a levantar. Afortunadamente no está muerto. Insiste en seguir luchando contra Poww, pero la Fracción de Barragan es demasiado poderosa.
Poww le insta al Shinigami a que libere su verdadero poder, ya que el presiente que esconde algo. Pero Ikkaku se niega. Cuando Poww está a punto de rematarlo, aparece el Capitán Komamura que lo lanza lejos a través de un puñetazo. De mientras, Iba se encarga de parar el retorno de la Karakura verdadera.
Al cabo de un momento, Poww se levanta y le devuelve el puñetazo a Komamura. El Capitán es lanzado lejos por el Arrancar.
El combate entre estos dos proseguirá y Komamura acabará derrotando a Poww.
Houzukimaru
